Polémica en Berisso por un cargamento de orina

Un camión que transportaba orina desde Berisso hacia un laboratorio de San Martín -que elabora medicamentos contra la infertilidad- fue detenido por inspectores de la Comuna del distrito ribereño. Según señalaron los funcionarios berissenses, la demora del vehículo durante varias horas obedeció a la necesidad de corroborar "su aptitud y habilitación para transportar ese tipo de residuos por las calles de la Ciudad".

El operativo tuvo lugar la semana pasada, y estuvo a cargo del departamento de Recursos Naturales y Medio Ambiente, que depende del área de Promoción Social de Berisso. Tras ser detenido e inspeccionado, el camión al servicio del laboratorio Biomás fue liberado; personal de Defensa Civil retuvo varios bidones a efectos de comprobar que el líquido que contenían no representara riesgos ambientales.

"El transporte tuvo un desperfecto, por lo que se dejó cierta cantidad de bidones en la vía pública, lo que sin dudas fue un error" se admitió desde Biomás: "pero todos los camiones cuentan con las habilitaciones requeridas por Salud de la Nación y de Provincia, ya que existen dos estanques dentro de la caja que transporta la orina para contener cualquier posible derrame".

María Luisa Salinas, gerente de promoción de Biomás, afirmó: "la orina no es considerada por las normas vigentes como un elemento contaminante ni patogénico" -dato que fue avalado desde la Secretaría de Política Ambiental bonaerense-. Sin embargo, desde Medio Ambiente de Berisso, Daniel Palavecino subrayó que "el camión que fue demorado no era apto para transportar orina, ya que debería haber contado con una caja totalmente cerrada, los elementos mínimos como para contener un derrame, y una cobertura inoxidable anticorrosiva; todas características que estaban ausentes".

Desde hace casi diez años, los camiones de Biomás recorren las calles de Berisso -y de otros distritos del Conurbano- cargando los bidones de cinco litros con orina que más de 175 mil mujeres posmenopáusicas dejan colgados en la rejas de sus casas, en los pasillos o zaguanes. El laboratorio de San Martín, al norte de la capital federal, es encargado de proveer el líquido -tras controlar su calidad y purificarlo- al Instituto Massone, que lo utiliza como materia prima para obtener gonadotrofina coriónica.

Por cada 200 mil litros de orina se extrae un gramo de esa "hormona de embarazo", que se utiliza para desencadenar la ovulación -alrededor de 36 horas después de su aplicación- como parte de tratamientos contra la infertilidad. Con cada gramo de gonadotrofina o menotrofina pueden producirse alrededor de 2 mil dosis de un medicamento clave para los habitualmente costosos tratamientos.

Luisa vive en el Barrio Obrero de Berisso. Cada martes, jueves y sábado desde hace seis años le dejan en la puerta de su casa bidones vacíos -los sábados son dos-, más pastillas conservantes para la orina. "Muchas mujeres del barrio participamos en esto" explica Luisa: "todos los meses nos dejan un regalo, pero lo principal es que ayudamos a gente que no puede tener hijos". Los regalos pueden ser toallones, juegos de cuchillos, platos, fuentes para hornos de microondas; las vecinas participan en forma voluntaria, y en carácter de donantes, ya que las normas vigentes no permiten comercializar partes y materias del cuerpo humano.

Alrededor del 80 por ciento de la producción mundial de gonadotrofina coriónica de origen natural es concentrado por el tándem argentino Massone-Biomás. Y las exportaciones -principalmente a Europa y Estados Unidos- generan más de 25 millones de dólares anuales.