Tres familias platenses vivieron una pesadilla en una casa de Costa del Este

Tres matrimonios platenses que pasaban el fin de semana en la localidad balnearia de Costa del Este con sus respectivos hijos terminaron viviendo una pesadilla cuando un grupo de delincuentes fuertemente armados irrumpió en la casa donde permanecían alojados.

“Queremos que todos los que se van de viaje tomen las precauciones necesarias”, sostuvo Marcelo Pérez (42), uno de los damnificados, para explicar por qué quiso difundir lo que le pasó.

El golpe delictivo ocurrió el sábado por la noche, cuando acababan de cenar en un quincho ubicado en el fondo del terreno, mientras los chicos jugaban dispersos en distintos sectores de la vivienda.

Eran las 23.45 cuando su hija mayor, de 15 años, preparaba todo para la hora del postre, junto a otras dos adolescentes de 12 y 13 años, hijas de la otra pareja que estaba de visita.

“Salieron con los platos para lavar y volvieron encañonadas por cuatro tipos”, describió el odontólogo.

Dos de las familias habían viajado ese mismo día por el fin de semana, mientras que los anfitriones estaban allí desde antes de fin de año.

"Nos preguntaron dónde estaban las computadoras, los anillos, el dinero, y le dijimos que se lleven todo lo que quieran con tal de calmar la situación. Les ofrecimos dinero, una camioneta, celulares, todo lo que teníamos al alcance", contaron a este medio.

"Después nos tiraron a todos al piso, nos ataron. A mí me ataron y me tiraron boca abajo en un colchón. Y después se llevaron todo", dejó trascender el hombre.

“A las nenas las ataron con cables. Mi esposa se asustó porque creyeron que me iban a picanear para que les dijera dónde había plata”, señaló Pérez.

Según consignó, los maleantes portaban pistolas de grueso calibre y en ese momento se encontraban en el lugar las tres parejas con sus respectivo hijos, seis niños de entre 6 y 13 años de edad. El asalto fue denunciado en una comisaría local e intervino la fiscalía con jurisdicción en el área.

Costa del Este es una localidad del partido de Santa Teresita de 800 habitantes. Uno de los típicos enclaves costeros en los que los turistas buscan descanso lejos del ruido y el estrés de la rutina. Cada verano, a los viajantes se les suman los ladrones, que ven su oportunidad de concretar golpes fuera de lo habitual.

El paraje en el que las tres familias fueron asaltadas está enclavada en un área alejada de los centros urbanos “pero de todas maneras, poblada”, según explicó el damnificado