San Lorenzo le ganó a Racing en un partido entretenido

Con un Ignacio Piatti que movió los hilos dentro de la cancha, San Lorenzo de Almagro se reivindicó esta noche al ganarle al Racing Club 1-0 el clásico que se desarrolló en el Nuevo Gasómetro.

Para la era de Edgardo Bauza se trató de la primera victoria y fue por demás importante, porque heredó la conducción del campeón argentino y la dirigencia lo trajo con el objetivo primordial de conquistar la Copa Libertadores de América.

Y más allá de que la Copa es la obsesión hasta del Papa Francisco, su hincha número uno, este San Lorenzo tiene potencial y ambiciones, por lo que tampoco menosprecia las otras competencias que afronta en forma simultánea, como este Torneo Final, que está cumpliendo la segunda fecha.

El gol Santo lo consiguió un especialista, que para tal fin fue contratado, Nicolás Blandi, el artillero que arribó procedente de Boca Juniors.

En la escena decisiva, Piatti mandó la pelota al área por arriba, hubo un rebote desafortunado en el cuerpo de Matías Cahais, y Blandi, siempre con el radar encendido, se valió de una tijera descedente para arruinarle a Sebastián Saja su partido número 100 en la valla racinguista.

El 1-0 tempranero sin embargo no apagó el fuego interior de los azulgranas y de mitad de cancha hacia adelante siguieron con un rendimiento superior al de los Académicos.

Juan Mercier, con el equilibrio habitual; Piatti, con su talento; Julio Buffari, siempre incansable y dinámico; Blandi, ubicado y amenazante; Angel Correa, como factor de riesgo, y Sebastián Torrico, con sus manos bendecidas, fueron los sustentos para el triunfo del Ciclón.

En la segunda parte San Lorenzo siguió siendo el mejor de los dos, pero hubo emociones frente a los dos arcos.

En la medida que San Lorenzo no remató a su oponente, Racing se sintió vivo y dio batalla hasta el epílogo.

Gabriel Hauche y Luciano Vietto tuvieron las oportunidades más evidentes como para alcanzar la igualdad, pero el Racing que se había exhibido avasallante al golear hace una semana a Colón de Santa Fe no tuvo más remedio que resignar su invicto en un Nuevo Gasómetro que vibró de fe