Scioli: "No me importa que me peguen palos a mí"

El gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, defendió hoy su decisión de declarar la emergencia en seguridad pública, cuestionada desde el Gobierno nacional, al afirmar que no le "importa" que le "paguen palos" a él porque lo que quiere es evitar "que le peguen a la gente".

"No me importa que me peguen palos a mí, lo que yo quiero es que no le peguen a la gente", manifestó Scioli durante un acto en el municipio de Florencio Varela.

El mensaje llega un día después de que desde el gobierno nacional se despegaran del plan de la Provincia en materia de seguridad.

El jefe de Gabinete de la Nación, Jorge Capitanich, dijo que la declaración de emergencia "forma parte de su propia agenda", en alusión a Scioli, y el titular de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (SEDRONAR), padre Juan Carlos Molina, consideró que al plan seguridad bonaerense le falta "la pata de la prevención".

Más explícito que el propio gobernador, que no especificó destinatario, fue el ministro de Salud bonaerense, Alejandro Collia, quien rechazó las críticas vertidas por el titular del Sedronar: "El gobernador Scioli está pendiente de fomentar la prevención de las adicciones. No sé si el padre Molina no recuerda que cuando estuvo con nosotros, hace solo 5 meses, hablamos del tema y de que, de los 194 centros de atención especializados (CPA), 48 se montaron en parroquias, clubes y centros de salud, cerca de la comunidad", arremetió.

"Hace una semana en una reunión convocada por Molina con referentes de todas las provincias, le pedí una audiencia y le dijimos que queríamos articular políticas (de prevención), algo que ya estamos llevando adelante", añadió Collia.

En este contexto, el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, se diferenció de Capitanich y de Molina, al señalar: "Me parece muy importante todo el esfuerzo que se haga en este sentido y el desafío que tiene por delante el Gobernador es enorme. Todos deberíamos ayudar".

Desde la oposición, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, aseguró que si fuera presidente declararía a la seguridad como "prioridad nacional y lo demostraría con los presupuestos" asignados al rubro.

Además, criticó al secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, porque con él "nunca se sabe" cómo será la colaboración: "Con 'Súper Berni' nunca sabés. De a ratos, cuando se conecta con la neurona bien, trabajamos juntos, y de golpe dice barbaridades. No es muy constante su forma de vincularse".

El gobernador Scioli pidió "con toda humildad la colaboración de todos los sectores para defender la vida" e insistió en que "quien sea detenido con armas quede preso y no salga".

Al aludir a las críticas recibidas desde el gobierno nacional y de sectores de la oposición, el mandatario provincial afirmó: "No me importa que me peguen palos a mí, lo que yo quiero es que no le peguen a la gente".

En tanto, el vicegobernador bonaerense, Gabriel Mariotto, sostuvo hoy que "ni cuestiona ni se opone" a las nuevas medidas, y dijo que su intención había sido hacer "aportes de orden complementario".

Para el ex titular del ex COMFER, los anuncios de Scioli "van en la dirección de atacar los síntomas de un conflicto muy serio en materia de seguridad. Son medidas que se tienen que tomar en el aquí y el ahora y el Ejecutivo tiene la obligación de trabajar en el aquí y el ahora".

Mientras tanto, Randazzo, en declaraciones a radio La Red, aseguró que "si le va bien al gobernador de la provincia de Buenos Aires en materia de seguridad nos va a ir bien a los argentinos y, específicamente, a los bonaerenses"