Son cada vez más largas las colas para pagar las cuentas del mes

Como ya lo han reflejado con sus quejas numerosos vecinos, en los últimos tiempos acercarse a pagar una factura en los centros de cobro “exprés” (Bapro Pagos, Pago Fácil y Rapipago) es ir a perder mucho tiempo antes de concretar el trámite en filas cada vez más largas.

Años atrás irrumpieron en el sistema de cobros como una alternativa efectiva frente a las largas demoras que se producían, los días de vencimientos de pagos de servicios e impuestos, en los bancos. Son tres hoy las empresas que, repartidas en locales propios o en pequeños comercios con los que hacen acuerdos, ofrecen la prestación. Pero a pesar de las promesas del esquema las colas para pagar las cuentas ganan las veredas y el objetivo de aquella novedad surgida en la década del 90, en la opinión de los usuarios, se ha desvirtuado.

Además de que los bancos públicos y privados ya no aceptan que se abone la mayor parte de los servicios e impuestos de los que antes se encargaban, la oferta de locales “rápidos” se ha achicado con el cierre de algunas sucursales y, en una medida más extendida, con la reducción del horario de atención: en muchos negocios con convenio con esas redes se reciben boletas hasta las 16 en lugar de las 19, como era hasta hace apenas un par de meses.

Encima, y eso resaltan los usuarios en sus reclamos, es cada vez más frecuente que después de haber soportado la espera en una extensa fila ocurra una “caída de sistema” o un “límite de caja” (cuando la sucursal llega al tope del monto de dinero que puede recibir durante esa jornada de operaciones) y no se puede concluir con el trámite.

La “baja” rentabilidad y los riesgos por la inseguridad son los argumentos que esgrimen los comerciantes para limitar el servicio. “Atendemos yo, que soy el dueño de la agencia, y un empleado, porque otros que había se fueron por distintos motivos. Estamos a “full” recibiendo pagos y no damos abasto. Por eso y porque con lo que se gana no da para poner más gente es que desde diciembre cobramos hasta las cuatro de la tarde”, explicó Miguel Angel Balbo, de un centro de cobro rápido de diagonal 80 entre 46 y 47.

Según indicó el dueño de una agencia adherida a Bapro Pagos, “nosotros recibimos una comisión por cada cobro que efectuamos; nos dan $1 por boleta, y con eso ya no se alcanza a cubrir los costos operativos que demanda el servicio”.

Desde la Federación Empresaria de La Plata - Felp -, su presidente, Alejandro Frangi, señaló que “a los comerciantes no les está conviniendo el sistema: hay riesgos de equivocación que pagan ellos y riesgos por la inseguridad, y las comisiones que se perciben son muy bajas, porque en los últimos años no han subido en la misma proporción que los aumentos en el costo de vida”. Además, agregó el dirigente, “los negocios chicos no pueden sostener el sueldo de empleados sólo para ese servicio”