La derrota con el Pincha

Estudiantes venció 3-1 a un Quilmes cada vez más cerca del descenso, en el Estadio Centenario.

Apenas comenzado el juego, y con un par de combinaciones entre Patricio Rodríguez y Franco Jara, el ganador sintió que la defensa local era una invitación a tomar ventaja rápidamente. Y a los 20, Jara se sacó de encima a Luciano Abecasis, levantó la cabeza y envió un centro inofensivo que generó la confusión entre Cristian Lema y el arquero Silvio Dulcich, quienes notaron la aparición goleadora de Guido Carrillo cuando la pelota ya estaba dentro del arco.

Como Estudiantes es puntero, pero no un equipo sólido, Quilmes encontró el empate a los 32 minutos: Fernando Telechea recibió un buen pase de Facundo Diz, remató fuerte y gritó su gol de cara a los socios que volvieron al estadio luego de dos fechas de suspensión. Quilmes levantó a su gente, pero le faltó concentración para conservar la igualdad, ya que a los 33, a la salida de un tiro libre, Jonathan Silva gritó un gol que tuvo la colaboración de Lema, el palo y Dulcich.

Tras el descanso, Quilmes siguió su búsqueda por el sector derecho, donde Silva era lo más flojo de la defensa visitante. Y con centros de Abecasis tuvo dos ocasiones claras que pudieron haber provocado la igualdad: a los 2 minutos, cuando Telechea cabeceó por encima del travesaño y, a los 7, ocasión en que Rulli atrapó fácilmente otro de Facundo Diz.

Pero era la tarde de Estudiantes, y por eso a los 10 minutos, ya con un rival jugado en ataque y con una débil línea de tres en el fondo, Jara recibió en el borde del área, eludió a Wilfredo Olivera y a Dulcich, y habilitó a Carrillo para el tercer gol. Pudo haber descontado el local a los 33 minutos, pero Rulli, a pura confianza, le atajó con el pie izquierdo un tiro penal a Telechea.

Estudiantes venció con justicia a un adversario condicionado por su precaria situación y sigue ilusionando con ser campeón. No tanto por lo que muestra en la cancha, sino por las facilidades que le ofrece el torneo