River se quedó con toda la fiesta ante Boca, también en Mendoza

EL BURRITO MARTINEZ, DE BUEN PARTIDO ANOCHE, SUPERA EL CONTROL DE ALVAREZ BALANTA. RIVER SE QUEDO CON EL TERCER SUPERCLASICO

MENDOZA.- El tercer Superclásico del verano se lo llevó River, que anoche aquí le ganó a Boca por 2 a 1, adjudicándose la Copa Luis Nofal.

El encuentro se jugó en el estadio Malvinas Argentinas ante 35 mil espectadores, y los goles de River los marcaron Gabriel Mercado, en el primer tiempo, y Teófilo Gutiérrez en el complemento. Daniel Díaz había igualado transitoriamente para Boca en la etapa inicial.

River y Boca construyeron un muy buen primer tiempo. Arrancó mejor el Millo, luego se superó el Xeneize, hubo goles, marcados errores de los dos arqueros, y un resultado (1-1) que se ajustó a lo sucedido en el Malvinas Argentinas porque ambos, por distintos caminos y con diferentes armas buscaron hacer la diferencia.

El primero en asustar fue el equipo de Bianchi que avisó a los 4’ con una velocísima contra. La armó el pibe Acosta que combinó con Martínez (el Burrito fue uno de los mejores del primer tiempo) pero fue Luciano Acosta quien le puso una cortada para Sánchez Miño que logró tapar muy bien Barovero.

Estaban los dos en ese tire y afloje para ver quien se hacía dueño del trámite cuando, a los 9’, se estremeció el Malvinas Argentinas con el grito de gol. Y la que estalló fue la tribuna de River.

Ponzio, en un tiro libre, le puso la pelota como con la mano a Gabriel Mercado. El lateral, por el medio, llegó antes que un Orión apurado y, de cabeza, marcó el primero de la noche. Fue un justo anticipo de cabeza del ex Racing y Estudiantes y a cobrar.

Resultó un gran anticipo de Mercado que le volvió a desnudar fallas defensivas a Boca, que en ataque es uno, y en defensa otro totalmente diferente.

Enseguida casi River se abraza al segundo tanto. En una clásica jugada de pizarrón tras un saque de esquina, pivoteó bien Teo Gutiérrez para descargar con el capitán Cavenaghi. Y el Torito, desde el piso y en la puerta del área grande remató al segundo palo y la pelota fue a estrellarse contra el travesaño.

Era el momento del equipo de Ramón Díaz que, de pronto, se frenó. Pero hubo mérito grande de Boca. El Xeneize avisó a través Acosta y Martínez que encaraban y pasan por la derecha, aprovechando la floja marca del colombiano Alvarez Balanta, que no tuvo la colaboración justa de Vangioni.

Y ese repunte boquense tuvo su premio a los 26’ cuando el Cata Díaz, volcado al ataque, recibió una pelota lejos del arco, y sin dudar le entró con el empeine derecho desde unos 25 metros buscando el arco.

Era pelota del arquero pero Barovero puso floja las manos, le rebotó tras un pique fatal y se fue adentro. Merecido el gol. Y a partir de allí arrancó otro partido.

Sucedió que River fue muy lejos a marcar, Boca comenzó a ganar las pelotas divididas y pudo así enlazar un mejor circuito de juego.

El segundo de Boca pudo llegar superada la media hora de juego, cuando Vangioni, sobre la línea, despejó una pelota que había pegado en Balanta, tras una pésima salida de Barovero, y parecía tener destino de red.

River sufría el partido porque estaban muy desconectados Lanzini-Gutiérrez-Cavenaghi. No les llegaba clara la pelota, mientras que Boca mordía bien en el medio y las ganaba a casi todas. Y así se fue la etapa. Con buenos y malos momentos de ambos y las dudas de los arqueros hacía que el marcador estuviera siempre en suspenso.

En el complemento, cuando se estaban otra vez midiendo, aunque Boca era más incisivo, prevaleció la “conexión colombiana” para encender a River. A los 16’ Zárate se durmió y aprovechó Carbonero, quien lo superó sin falta y cedió luego al medio para Teo Gutiérrez que definió de primera ante la salida apurada de Orión. River pasó a ganar de nuevo. Boca apuró por el empate, pero quedó frustrado.

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