Golpe a un blindado: robaron 4 millones de bancos platenses

EN LA LOMA NO SALÍAN DEL ASOMBRO. A LOS VECINOS LES COSTABA CREER CÓMO FUE QUE TRES DELINCUENTES VACIARON UN CAMIÓN BLINDADO DESPUÉS DE HABERLO ASALTADO EN LA PUERTA DE UN BANCO. PERO ESO FUE LO QUE OCURRIÓ AYER A LAS 17:20 EN 44 ENTRE 26 Y 27

El robo presenta aristas cinematográficas: un banco, un camión blindado, una banda de delincuentes que no efectuó ni un sólo disparo y un botín aproximado a los cuatro millones de pesos. Y también encierra enormes interrogantes, que ahora intentan despejar los investigadores judiciales y policiales abocados a la resolución de este enigmático caso.

Todo sucedió minutos después de las cinco de la tarde de ayer, en la puerta de la sucursal del Santander Río ubicada en 44 entre 26 y 27.

Allí estaba detenido un camión amarillo de la empresa Prosegur, especialmente diseñado para transportar caudales. Sin embargo, el chofer, identificado por la Policía como Alejandro Peterlana (37), se vio intimidado por dos ladrones -había un tercero apoyándolos desde un Peugeot 206 de color gris- y les abrió la puerta.

La increíble secuencia, de acuerdo al reporte oficial, se produjo mientras sus dos compañeros, un portavalores, de nombre Diego Cáseres (36), y el custodio, Ezequiel Certez (26), estaban dentro de la entidad financiera al margen de todo. Habían ido a buscar dinero.

Al parecer, según declaró, la tronera de acero de la puerta del acompañante, que es el orificio por donde se puede repeler un ataque armado desde el interior del rodado, estaba rota. Y uno de los delincuentes habría aprovechado ese resquicio para meter la mano y un arma de fuego, con la que le apuntó directamente al hombre que estaba sentado al volante.

Segundos después, temeroso de recibir un disparo, el chofer franqueó el acceso al camión. Y ahí se produjo una situación por demás insólita y de la que no se tienen registros en este tipo de episodios delictivos: los asaltantes no sacaron el dinero y escaparon en el vehículo con el que habían llegado a la escena del robo, sino que directamente se fugaron manejando el blindado, donde quedó el vigilador privado de la libertad.

Esa curiosa imagen se extendió hasta la calle 46 entre 28 y 29, donde los dos delincuentes retiraron unas 12 sacas con los cuatro millones de pesos, dejaron el camión abandonado y liberaron al chofer, quien sufrió una descompensación cardíaca y tuvo que ser derivado para su atención al hospital Italiano, aunque poco después fue dado de alta.

CAMBIARON DE AUTO

Advertidos de que la Policía iba a salir a buscarlos, los dos ladrones que estaban en el blindado se subieron al coche gris, que había sido robado en capital federal y, con el cómplice, recorrieron apenas cuatro cuadras, ya que en 43 entre 30 y 31 lo dejaron tirado y se subieron a otro de color negro, con el que emprendieron la huida en sentido a la localidad de Olmos, aunque se especula que pudieron haber tomado por la ruta 36 hacia la zona sur del Conurbano.

Eso es lo último que se conoce de los autores del espectacular golpe comando, que también se llevaron dos escopetas y una pistola 9 milímetros y cuyo paradero al cierre de esta edición seguía siendo un gran misterio.

Como se dijo, el ataque al blindado arrojó la pérdida de unos cuatro millones de pesos. Pero todavía no hay cifras oficiales e incluso, según algunas versiones, ese número podría trepar a más de seis millones de pesos.

“Falta realizar el arqueo”, se escudó un pesquisa en diálogo con este diario, para después agregar que el blindado transportada dinero de varios bancos de la Ciudad y que recién mañana -por hoy- se sabría con mayor exactitud el perjuicio del asalto.

LAS DUDAS

¿Fue un ataque al voleo o tuvo premeditación? ¿Los delincuentes sabían que había un orificio libre en el blindado por donde poder apuntarle al chofer o, se encontraron con esa inesperada situación, y la aprovecharon para concretar el robo? ¿Se cumplió con el protocolo de seguridad para el traslado de tanto dinero o el operativo mostró grietas llamativas?

Demás está decir que los investigadores no descartan ninguna hipótesis y creen que “todo puede ser posible”.

En ese sentido, anoche, en la sede de la DDI La Plata, el custodio, al igual que los otros dos empleados de Prosegur, eran interrogados para que den razones del procedimiento, fundamentalmente que expliquen por qué el chofer quedo solo y a merced de los delincuentes.

La fiscal Betina Lacki estuvo en el lugar de los hechos para dirigir el procedimiento, por el que se labraron actuaciones caratuladas como “robo calificado y privación ilegítima de la libertad”, con conocimiento del juez de garantías Guillermo Atencio.

CONMOCION EN EL BARRIO

En el barrio donde quedó estacionado el blindado y, se llenó de policías, la conmoción rápidamente se apoderó de los vecinos.

Al principio, nadie sabía qué era lo que había pasado, pero con el correr de los minutos la información ya estaba en boca de todos.

No habían asaltado a nadie en la cuadra, sino que el blanco del ataque había sido ese camión amarillo, que quedó varias horas detenido a la espera de la finalización de los peritajes.

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